Cuándo Usarlo:
Este es tu argumento cuando te multan por no respetar una señal de tránsito que, en la práctica, era imposible de ver. Aplica para cualquier tipo de señal: «Prohibido Estacionar», «Velocidad Máxima», «Contramano», «Pare», etc. Las razones pueden ser varias:
Está tapada por vegetación: El clásico árbol que no se poda, un arbusto crecido o pastizales altos que ocultan la señal.
Está vandalizada o dañada: Cubierta por graffiti, afiches, doblada, o rota.
Es ilegible por desgaste: El sol, la lluvia y el tiempo la dejaron tan descolorida que no se distingue qué dice.
Está mal ubicada: La pusieron en un lugar donde es imposible verla con la anticipación necesaria para reaccionar.
La lógica es simple: el Estado tiene la obligación de que sus señales sean claras y visibles. Si no cumple con su parte, no puede exigirte a vos que cumplas con la tuya.
¡LA PRUEBA ES TODO!
Esta defensa depende 100% de lo que puedas mostrar. Tu palabra no es suficiente, tenés que llevar la realidad del lugar al expediente.
FOTOS Y VIDEOS DEL LUGAR: Es la prueba fundamental. Volvé a la esquina de la multa (¡con cuidado!) y documentá todo desde la perspectiva de un conductor.
Foto panorámica: Que se vea el auto (o donde estaría), la calle y la ubicación de la señal para dar contexto.
Foto de detalle: Un primer plano de la rama que tapa la señal, el graffiti que la anula o lo despintada que está.
Video de aproximación: Filmá el recorrido que hiciste al acercarte al lugar. Esto demuestra que en el trayecto normal, la señal no se ve.
GOOGLE MAPS (STREET VIEW): ¡Una herramienta increíble! Entrá a Google Maps, buscá la dirección y usá la función «Street View». Si la imagen (que tiene fecha) ya muestra la señal tapada o dañada, es una prueba espectacular de que el problema no es nuevo. Sacá una captura de pantalla.
TESTIGOS: Si viajabas con alguien, su testimonio es una prueba válida para reforzar tu reclamo.
Fundamento Legal (Para Saber Más):
Ley Nacional de Tránsito N° 24.449 y su Anexo L (Sistema de Señalización Vial Uniforme): La ley exige un sistema «uniforme», lo que implica que las señales deben ser iguales en todos lados y, fundamentalmente, estar en perfecto estado de conservación y visibilidad para cumplir su función de informar al conductor.
Deber de Conservación del Estado: La autoridad que instala la señal (municipio, provincia) tiene la obligación legal de mantenerla. Su negligencia en podar un árbol o limpiar una señal vandalizada interrumpe la cadena de responsabilidad.
Principio de Publicidad de los Actos: Para que una regla te obligue, primero te la tienen que hacer conocer. La señal de tránsito es el acto de «publicidad» por excelencia. Si falla, la obligación no nace. No podés ser culpable de «conocimiento presunto» si la evidencia demuestra que era imposible conocer la norma.